Todo va bien, él te saca sonrisas y te seca las lágrimas. Que cada mañana, aún madrugando, consigue sacarte la mala hostia, y, cada noche, con sus “buenas noches, princesa” consigue atraparte un poco más. Lo quieres como pocos, no, lo quieres como a ninguno. Estas enamorada, aunque te cueste reconocerlo. Todo va bien, estas en una nube, en un sueño. Todo es perfecto. Pero una noche parpadeas,y caes de la nube, del sueño, el golpe duele y, es que él ya no está. Ahora nadie seca lágrimas ni saca sonrisas. Ahora miras la hora, y tu vida se vuelve puro infierno.Y es que en lo que tardas en parpadear, tu presente se convierte en pasado, y todos los momentos “habituales” comienzan a ser recuerdos. Recuerdos físicos, la entrada de cine de la primera peli de miedo, o la otra en la que le presenté a mis amigos; los post-it’s con todos sus motes, incluido el que le pusiste en honor de tu cantante favorito, o su reloj del color de la esperanza. O recuerdos de los buenos momentos, que solo están en mi cabeza. Momentos que no quiero olvidar.030119121720.